Desbordar la ausencia Transbordar a ausência - UFF/UNA

 Desbordar la ausencia


Los inicios de un proceso creativo colectivo, frecuentemente tienden a caracterizarse por la búsqueda de horizontes en común, de lineamientos de expectativas e intereses compartidos y de infinitas posibilidades de puntos de partida. Así, un proyecto es justamente eso: una proyección más o menos abstracta en vistas al futuro. Y en esa instancia fue que, en nuestro caso, algunas preguntas iniciales estructuraron un comienzo que luego marcó sus propios devenires y azares. Lo positivo de no haber proyectado un final -obra, resultado, producto- cerrado, fue que algunas preguntas que sembramos en un principio, no pretendieron ser respondidas. Y fue así que, haber cerrado este ciclo y mirar hacia atrás desde este lugar, nos presentó la posibilidad de revisitar aquellas preguntas. Esta presentación no nos resulta tanto un cierre como una apertura de nuevos cauces. 

Y en ese sentido, entendemos que lo interesante de aquellas cosas que caracterizamos como “los inicios” es permitir que esa proyección hacia el futuro sea lo suficientemente maleable como para abrir el terreno a nuevas preguntas. Los puntos de partida son eso: una forma de comenzar un proceso que luego sorprende a aquello que se creía como estructurante.


¿Cómo vamos a trabajar a la distancia? ¿Cómo vamos a generar un imaginario en común? ¿Cómo poner en diálogo las materialidades con las que trabaja cada integrante? Animación, cuerpo (¿o ausencia de cuerpo? ¿El videodanza necesita cuerpo? ¿Los objetos pueden danzar?), video, escritura, el uso de la voz… El terreno es amplio y delimitarlo puede ser abrumador. Así fue que empezamos por algo que todxs teníamos cerca como consecuencia del confinamiento: nuestro cotidiano y la idea del “afuera en el adentro”. Fue entonces que, a modo de ejercicio, realizamos un “cadáver exquisito” audiovisual con el tópico base de “cómo transformar las imágenes de mi cotidianidad, cómo extrañar lo cotidiano”. El dispositivo que diseñamos fue el siguiente: alguien generaba un breve video de algunos segundos y lo pasaba a otra persona, quien, a su vez y tomando algunas cosas de ese primer material, generaba otro que lo pasaba, a una otra persona, y así hasta que terminó la vuelta por todos lxs integrantes. De este circuito surgieron otras preguntas y algunas herramientas y materialidades con las que trabajar cada uno de nuestros proyectos: la idea de lo fragmentado, de fragmentos del cuerpo, de lo triple, la superposición de imágenes, la repetición.


Así, en el diálogo entre la producción propia con la de lxs demás integrantes, encontramos un modo de trabajar en equipo desde lo colaborativo. En esta instancia, cada trabajo individual es el resultado de “pedidos” realizados a lxs integrantes del equipo. La ausencia del cuerpo físico de nuestrxs compañerxs nos arrojó esta forma de trabajo que devino en la búsqueda de un tipo de presencia-otra. Y, sin quererlo, los resultados preliminares de esta residencia exploran la “imposibilidad” de juntarnos a trabajar físicamente como una posibilidad de convertir esa supuesta ausencia, en una presencia. Sin haberlo premeditado, el conjunto de nuestros trabajos nos abre la pregunta por los modos posibles de desbordar la “ausencia”.


Transbordar a ausência

 

O início de um processo criativo coletivo tende, frequentemente, a se caracterizar pela procura de horizontes comuns, aproximação de expectativas e interesses partilhados, e possibilidades infinitas de pontos de partida. Um projeto é justamente isso: a projeção mais ou menos abstrata para o futuro. No nosso caso, algumas primeiras questões estruturaram um início que, mais tarde, marcou o seu próprio futuro. O aspecto positivo de não termos projetado uma obra final – trabalho, resultado, produto – é que algumas perguntas que semeamos no início não pretendiam ser respondidas. Assim, ao fechar este ciclo, e olhar para trás a partir deste lugar, apresentou-se a possibilidade de revisitar essas perguntas. Esta apresentação, portanto, não é um encerramento, mas uma abertura de novos canais. Nesse sentido, entendemos que o interessante do que caracterizamos como “inícios” é permitir que essa projeção de futuro seja maleável o suficiente para abrir o campo às novas questões. E que o ponto de partida é isso: uma maneira de começar um processo que depois surpreenda o que antes se acreditava estruturante.

 

Como vamos trabalhar à distância? Como vamos gerar um imaginário comum? Como vamos colocar em diálogo as materialidades com as quais cada um de nós trabalha? Animação, corpo – ou ausência do corpo? A vídeodança precisa de corpo? Os objetos podem dançar? Vídeo, escrita, uso da voz... O campo é amplo e demarca-lo pode se tornar limitador. Assim, começamos com algo que todos nós tínhamos por perto como consequência do confinamento: nossa vida cotidiana e a ideia de "fora para dentro". Foi então que, como exercício, fizemos um "cadáver primoroso" audiovisual com o tema básico de "como transformar as imagens da minha vida diária, como perder o cotidiano". Projetamos o seguinte dispositivo: alguém gerava um breve vídeo de alguns segundos e o passava para outra pessoa, que, por sua vez, e pegando algumas coisas daquele primeiro material, gerava outro vídeo e o passava para outra pessoa, assim por diante, até que todos os membros do grupo tivessem participado. Deste circuito surgiram outras questões, algumas ferramentas e materialidades com as quais trabalhamos em cada um de nossos projetos: a ideia do fragmentado, dos fragmentos de corpo, do triplo, da sobreposição de imagens, da repetição.

 

Assim, no diálogo entre a produção de cada um com a dos outros participantes, encontramos uma forma de trabalharmos juntos de forma colaborativa. Neste caso, cada trabalho individual é o resultado de "solicitações" feitas aos membros da equipe. A ausência do corpo físico de nossos parceiros nos deu esta forma de trabalho que se tornou a busca de um tipo de presença – uma outra. E, sem querer, os resultados preliminares desta residência exploram a "impossibilidade" de nos reunirmos para trabalhar fisicamente como uma possibilidade de converter aquela suposta ausência em uma presença. Um ensaio sobre o transbordar de ausências.





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